Uno de los miedos más característicos del verano es el miedo a tomar helados por los dientes sensibles. Algo muy común que afecta de uno de cada tres adultos.
El dolor intenso en los dientes cuando se aplica algo muy frio o muy caliente es la llamada sensibilidad dental y suele ocurrir cuando la dentina o el esmalte dental se pierde. Las causas pueden ser diversas:
– Cepillado muy fuerte o cepillo con cerdas muy duras.
– Mala higiene bucal.
– Bruxismo o rechinar los dientes.
– Enfermedad de las encías… etc.
El gran problema surge cuando, algo tan normal y popular en verano como comer un helado, se convierte en una tortura.
Para evitar esta desagradable situación es recomendable seguir estos sencillos consejos:
– Cepillos de cerdas suaves.
– Higiene bucal de tres veces al día.
– Pasta de dientes y colutorio contra la sensibilidad dental.
– Evitar fumar.
– Uso de seda dental ayuda.
Si sigues estos consejos, tu sensibilidad dental mejorará y podrás tomarte ese rico helado que tanto apetece en los días de calor de verano 😉